Viaje a Ámsterdam

Hemos pasado unos días en Ámsterdam los cuatro: marido, hija de 12 años, hija de 10 meses y yo.

A los dos adultos nos gusta visitar los sitios de vacaciones a saco: ver todo lo que hay que ver, comer lo que se come ahí, patear las calles y empaparnos de museos. Sin embargo, esta vez íbamos sin muchas expectativas, porque con la de 12 más o menos se puede llegar a un compromiso, pero con el bebé era todo nuevo y no sabíamos qué iba a ser de nosotros.

Nos hicimos con un onbuhimo para portear fácilmente en cualquier situación, y nos regalaron un abrigo especial para porteo, y la verdad es que fue todo un acierto. Yo acabé fatal de un hombro porque mi espalda está hecha una pena, y M acabó hartita de estar colgada, pero por lo demás todo fueron ventajas. Ir con el carrito por todas partes habría sido un engorro, especialmente por esas escaleras empinadas que usan allí. El onbu se coloca en un momentito, sin arrastrar colas por el suelo ni nada. Y además cargas el peso en los dos hombros. Quizá si M ya supiera caminar hubiera sido otra cosa, porque la habríamos dejado en el suelo de vez en cuando, pero dado que sólo gatea, había pocos sitios donde la podíamos dejar a su aire.

Hay que reconocer que las dos niñas se portaron y pudimos hacer un montón de cosas. Por las tardes, a eso de las 19:00, ya estábamos de vuelta en el hotel y cenábamos con provisiones que compramos en un super el primer día de estar allí. Algún día también hicimos descanso en el hotel a la hora de comer. Por cierto, nos alojábamos en el Hotel Alp, que tiene una ubicación muy buena y un personal muy muy atento.

Llevábamos una larga lista de cosas que queríamos hacer si se podía, y cubrimos bastantes:

Tour gratis de Sandemans

En realidad no es gratis, sino que tú decides lo que pagas al final de la visita. Lo hemos hecho en otras ciudades y siempre ha sido excelente. Nos aseguramos de hacerlo el primer día para tener una panorámica mental de la ciudad y aprovechar mejor el resto del viaje. En esto tuvimos mala suerte porque el guía que nos tocó no cumplió nuestras expectativas...

Paseo en barco por los canales

La idea era hacerlo también cuanto antes por dos razones: por la misma que el tour gratis, y porque la previsión de lluvia era menor los primeros días. Sin embargo, lo fuimos postergando porque resulta que en estas fechas es el Light Festival y había cruceros al caer la noche para ver las luces. Si el crucero normal no lo regalan, este cuesta el doble o más, pero por otro lado era tentador... Cuando por fin nos decidimos por el normal a la luz del día, habíamos visto ya tanto la ciudad que no parecía tener sentido pagar los tres billetes por volver a verlo todo desde más abajo. Así que al final no lo hicimos, una desilusión :/

Mercadillos navideños

No hay :( Bueno, hay uno en un pueblo, pero ya está. Coincidió que Sinterklaas repartía los regalos un día de los que estábamos allí, pero tampoco vimos que hubiera nada especial en el ambiente o en las calles.

Museo de Van Gogh

Que no el museo de la oreja de Van Gogh, como D lo llamaba al principio. No teníamos entradas ya compradas porque en esta época del año no es necesario. A mí no me gusta Van Gogh especialmente y no era un museo tan divertido para niños como otros, por lo que al final lo descartamos.

Museo de ciencias NEMO

Este sí que está orientado especialmente a los niños, y los mayores también lo disfrutamos mucho. Además de la exposición normal, pudimos ver una demostración y D y yo echamos un rato en un taller de engranajes.

Museo de los canales (Het Grachtenhuis)

Que no os engañe su nombre: no trata de los canales. Quizá peque de ingeniera, pero esperaba que me contaran cómo habían conseguido plantar una ciudad en un lodazal. En realidad, de lo que más te hablan es de la casa en la que se encuentra. Eso sí, muy bonito y audiovisual todo, a D le encantó.

Casa de Ana Frank

Como hay que comprar las entradas con antelación, esto era innegociable. Íbamos a leer también el diario pero al final yo no lo hice. Raúl dice que eso que he ganado. La visita nos gustó mucho porque te plantea la evolución de la situación familiar como la de todo el pueblo judío de la ciudad y sin ser especialmente cruda, de modo que se puede ir perfectamente con niños.

Museo marítimo nacional (Scheepvaartmuseum)

Aquí nos entró la sensación de ser el Banco de España y ya no nos la pudimos sacudir, porque las entradas para cualquier cosa son bastante caras, cada vez que íbamos a algo eran 2 adultos + 1 niño, y aquí entramos exclusivamente para ver un barco, que además era una réplica. Aun así, creo que valió la pena porque estaba muy bien montado y resultó muy curioso.

Biblioteca central (OBA)

Desde aquí se puede ver la mejor panorámica de Ámsterdam. O eso dicen, porque nosotros fuimos cuando ya estaba oscuro. Echamos un rato largo en la sección infantil, donde las niñas se lo pasaron muy bien.

Molinos y ovejas en Amsterdam-Noord

Yo pensaba que con coger un tranvía valía y luego resultó que había que contratar una excursión (que nos sobran los billetes, oiga). Así que al final decidimos que no íbamos. Y luego, cosas del azar, nos perdimos un poco cogiendo un tranvía que no era y acabamos a los pies de uno. ¡Qué suerte!


Otros puntos de interés

Pasamos por el mercado de las flores, la plaza de Rembrandt, la plaza Dam, la Curva de Oro, muchos puentes y muchas callejuelas que al final siempre iban a dar al mismo sitio. Menos mal que compramos billetes para 4 días de transporte urbano.

Me da un poco de pena que por la falta de planificación (forzosa) no hayamos podido aprovechar mejor el tiempo y los recursos, pero es una ciudad muy bonita que me ha encantado visitar, con niñas y todo.

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