¡¡COF!!

Septiembre me está pasando por encima como una ola que te da un buen revolcón cuando creías que estabas a salvo pisando la orilla.

Nos fuimos de vacaciones la primera semana, tan contentos. Nos felicitábamos por haber elegido esas fechas porque el tiempo era bueno, no había tanta gente en los sitios turísticos y los precios de los alojamientos ya eran más bajos.

Pero al abrir la puerta de casa nos saludó la señora Vuelta al Cole y toda nuestra relajación se fue al traste. Ya lo avisaba Mr Forfy... En este mes hemos tenido que:

  • visitar a casi todos los médicos y desparasitarnos (¿a qué edad dices que se pasa la fijación oral?)
  • hacer la megacompra de material escolar, a pesar de que yo pensaba que sólo habría que comprar forro para los libros nuevos (en serio... "una regla de 30 cm transparente no flexible, flauta höhner funda VERDE" ¬¬)
  • conseguir el libro de inglés, que supuestamente nos iban a prestar, pero que si no has reservado puedes o bien esperar mínimo una semana a que te lo traigan, o bien ir al Corte Inglés a por él
  • reunirnos con el tutor
  • pelear con por deberes difíciles
  • comprar regalos de cumpleaños y hacer una tarta de pañales
  • ir a cumpleaños varios y visitar a una recién mamá con su recién nacido
  • pasar por la feria en distintas ocasiones con diferentes motivos
  • seguir con nuestra vida en general

En fin, que llevo un mes con un cesto de ropa sucia que, si bien consigo que no desborde, no le he llegado a ver el fondo. Aunque no todo va a ser negativo: estamos consiguiendo mantener un plan semanal de comidas, en cuya creación la peque también participa, y compramos lo justo y necesario para la semana. También vamos a todos las reuniones sociales que teníamos previstas, y además sin oler a sobaco ni nada.

Ya sólo quedan 5 días... dejad que me despida para agarrarme la braguita del bikini, que no quiero acabar en la arena con el culo al aire.

r e s p o n s a b i l i d a d

Vaya palabra larga y difícil. En ocasiones, a D todavía se le queda un poco grande. A los mayores, no nos queda otra opción que apechugar con ella porque ya cumplimos los 18 (hace tiempo).

Pero qué importante es comprender este concepto: darse cuenta de que lo que haces tiene consecuencias, para ti y para los demás. Ya les dijo algo parecido su profe de educación física el curso pasado: "si sembráis semillas de amor, recogeréis amor, mientras que si sembráis semillas de desamor, recogeréis desamor".

Además, es darse cuenta de que no todo es azar, de que las cosas no vienen porque sí y no hay nada que podamos hacer. Es verdad que hay muchísimas cosas que no podemos controlar, que en muchas ocasiones no podemos evitar que pasen ciertas cosas o hacer que sucedan otras... Pero también hay muchas otras cosas que podemos ir labrando, poco a poco, con actitudes, nuestro trabajo, formas de comportarnos y hasta formas de pensar. Incluso con las cosas que no podemos controlar, sí que podemos decidir cómo vamos a reaccionar ante ellas.

Te mereces todo lo que te pase
Ir haciendo que D entienda todo esto es uno de mis propósitos principales para este curso.

Hoy por hoy, responsabilidad para ella es:
  • Lavarse los dientes después de las comidas. Sólo depende de ella y los resultados de hacerlo o no sólo le afectan a ella. Es la prueba de responsabilidad definitiva.
  • Higiene correcta al ir al baño. Esto incluye limpiarse bien, lavarse las manos después y tener el mínimo contacto físico posible con tazas públicas.
  • No perder sus cosas. Aquí nos queda bastante trabajo que hacer: su habitación tiene un agujero negro en el que las cosas desaparecen y lo que sale de casa tiene altas probabilidades de no volver. Cuando pierde algo y no lo dice, no sé si es que desconoce que ya no lo tiene o no se atreve a confesarlo porque sabe que no nos gusta. Creo que un buen paso para empezar es enseñarle a ordenar sus cosas para que ella pueda saber dónde están sin tener que mirar.
  • Cuidar su ropa y calzado. Por ejemplo, procurar no destrozarlos, llenarse las camisetas de tinta o tirarse la comida por encima. También muy especialmente, meter la ropa doblada en el armario y no a puñados (me da escalofríos pensar en la adolescencia)... Parece ser que a pesar de lo que le gusta elegir conjuntos y peinarse por las mañanas, que la ropa esté hecha jirones o renegría le da bastante igual. 
  • Tener cuidado con lo que dice. Lleva ya unos meses sufriendo las consecuencias de cosas que dijo o que no dijo. Por ejemplo, un día que no quería comer unas verduras gratinadas con queso, dijo que no le gustaba la verdura con queso... Así que ya no le dejamos echar queso rallado en los purés, para su tremendo disgusto. Hace poco dijo que ya no le gustaba el jamón york con queso porque no quería comerse un sándwich, así que por el momento no puede comer más sándwiches mixtos, uno de sus platos favoritos. Y lo más reciente ha sido perder la ocasión de subirse a una atracción de feria porque le dijimos que la invitábamos y dijo "vale" con cara seria y sin dar las gracias.
De momento, ha empezado el curso olvidándose el cuaderno en clase, y los libros que tiene este año son de préstamo... ¡Deseadnos suerte!

¿Cómo enseñáis responsabilidad a los niños los que estáis en estas cosas? ¡Soy toda oídos ojos!

Imagen de sciencefiction.com

Instamoda 2

Agosto se nos ha ido como si tal cosa, y aquí va otra ronda de modelitos. Algunos no aparecieron por Instagram (@estrella_gl) y uno es edición especial ;)

Estuve dudando mucho sobre comprar estas sandalias porque tienen
una plataforma muy alta y parezco una torre. Pero son comodísimas, de piel,
y el leopardo es el nuevo negro... así que no me quedó más remedio.

No soy mucho de llevar shorts pero este año me regalaron varios
y he tenido que aprender a salir de mi zona de confort.
¡No ha estado mal la experiencia!

Bonus: Sacándole jugo a mis queridos vaqueros blancos.

Durante las vacaciones, o llevaba la ropa de correr o me ponía algo cómodo.

Guardo esta camiseta, que usé mucho hace años, porque siempre me digo
que me la puedo poner con muchas cosas y luego nunca lo hago.
Este día hice el esfuerzo.

Como empieza a refrescar, me estoy poniendo conjuntos
muy veraniegos antes de tener que decirles adiós.

Los tacones de la discordia, con otros de los shorts (esta vez un mono).

Y otro regalo, un top que es muy pálido para mi cara
pero que también intento hacer funcionar porque
por lo demás es precioso.

Edición deluxe: modelito para una boda
¡con invitada especial!